Máquina utilizada para marcar materiales de envasado o envases. Para ello, se calienta la película coloreada de una lámina de impresión mediante un molde de metal o un rodillo de presión hasta que empieza a fundirse; a continuación, se aplica sobre un punto caliente de la superficie del material de envasado que hay que marcar (normalmente, una película de plástico).

Gracias al hot stamping, también conocido como termoimpresión o impresión térmica, es posible estampar creaciones de todo tipo sobre casi cualquier superficie. En la actualidad es, sin duda, uno de los procesos más utilizados en las artes gráficas.

Qué es el hot stamping

El hot stamping es una técnica de impresión en la cual un pigmento, generalmente de alta resolución, se transmite a la superficie de un objeto mediante un procedimiento basado en la alta temperatura. La imagen, previamente preparada, se graba en una cuña (generalmente realizada en materiales como estaño, bronce, magnesio, aluminio o silicona), y esa cuña se posa sobre una película llamada foil, que a su vez se pone sobre la superficie que se quiere grabar.

La temperatura que alcanza el proceso para que la grabación se efectúe tiene que ser de entre 100 y 300 grados centígrados. Esta temperatura será la que active el adhesivo contenido en el foil y, junto con la presión, transferirá esa imagen a la nueva superficie. Los colores más utilizados en este proceso son los metalizados (fundamentalmente dorados y plateados), porque el contraste resulta más efectivo, pero en procedimientos de alta resolución se pueden utilizar otros colores e incluso jugar con las transparencias. Esto hace que el proceso de hot stamping sea extremadamente polivalente.

Historia del procedimiento hot stamping

El origen de la impresión térmica data del siglo XIX, cuando rápidamente se convirtió en la técnica preferida para ilustrar libros infantiles o introducir grabados en cualquier tipo de obra. La primera patente sobre el procedimiento completo de estampado de impresión térmica data de 1892, y llegó de la mano del alemán Ernst Oeser. Durante mucho tiempo, la impresión térmica estuvo reducida a este tipo de aplicaciones literarias, utilizándose solo en superficies tales como el papel o el cuero. Fue a partir de los años cincuenta del siglo XX cuando empezó a extenderse la estampación sobre todo tipo de superficies, imponiéndose como la forma más extendida de realizar estampaciones publicitarias o decorativas. También, por cierto, la más segura, pues la termoimpresión utiliza solamente pinturas secas, por lo que no resulta tóxico para quienes trabajen con él ni perjudicial para el medio ambiente.
Equipos necesarios para el hot stamping

Una de las grandes ventajas que presenta la impresión térmica es la enorme variedad de máquinas y equipación para realizarlo. Muy diferentes entre sí, además, no solamente en aspectos de calidad, sino también de tamaño y precio. De esa forma es posible afirmar que existe una máquina adecuada para casi cualquier uso que queramos darle en el campo de la impresión térmica, pudiendo optar por una u otra dependiendo de la orientación y tamaño del proyecto a imprimir.

Si solamente se quiere generar un número limitado de productos se puede optar por una máquina manual, de pequeño tamaño; mientras que si se busca una producción más grande existen máquinas industriales de gran velocidad, que pueden generar un enorme número de estampaciones por hora, como las que usan las imprentas para profesionales como ProPrintweb. Estas máquinas tienen automatizado todo el proceso, obteniendo un enorme rendimiento entre tiempo de impresión y calidad final del producto.

¿Para qué sirvehot stamping?

Mediante la impresión térmica se consigue un estampado de gran calidad de forma muy sencilla. En primer lugar habrá que realizar la impresión de tinta (que se puede hacer tanto en offset como en serigrafía) y después se hará el stamping propiamente dicho. En la actualidad es posible, mediante el sistema offset, hacer un diseño directamente en el ordenador utilizando cualquier herramienta de diseño gráfico y posteriormente pasar el mismo a la estampación de forma directa mediante el hot stamping.

Estos originales, eso sí, serán monocromáticos y vectoriales. Pese a ello, el uso de un modo de mapa de bits a alta resolución en el programa escogido dará lugar a una imagen realmente nítida. O, dicho de otra forma, podemos pasar nuestras ideas a cualquier superficie con un alto nivel de calidad en el acabado y mediante un proceso sencillo y relativamente barato. Es por eso por lo que se utiliza tanto la impresión térmica.

¿Para qué podemos usar hot stamping?

Las aplicaciones de la impresión térmica son muy variadas, y realmente se pueden resumir en una frase: es posible estampar lo que se quiera en la superficie que se desee. Por citar algunas de las más habituales, el hot stamping se usa en estampaciones de cajas, invitaciones, flyers, ilustraciones en libros, estampaciones en revistas o catálogos y otro tipo de publicaciones, tarjetas, dibujos sobre entradas para eventos o packaging para cosméticos.

Su perfección (se logra un alto contraste visual y un aspecto mate realmente atractivo) ha hecho que la impresión térmica haya sido utilizada incluso en intervenciones artísticas. En suma, prácticamente en cualquier elemento de nuestra vida diaria se ha usado el hot stamping para su elaboración y decoración.